domingo, 16 de noviembre de 2008

"No llores porque ya se terminó...sonríe porque sucedió"

Así es como debemos contemplar todo aquello que hemos dejado. Con una sonrisa amplia y que salga de lo más profundo de tu interior y anular de una vez para siempre ese dicho mal dicho que apunta de esta manera:
"Todo tiempo pasado fue mejor"
Claro que sí, ya se digerió, ya pasamos el mal trago y como Dios aprieta y no ahoga solo nos queda el dulce recuerdo. Maldita nostalgia, punzante y dañina corroe todo ánimo de superación. Pero soy vieja en emociones, hago malabarismos con la tela que teje mi arañita y siempre encuentro ese oscuro agujerito por el que salir.
Tengo un amigo inseparable, es como mi sombra y me guia y aconseja. Siempre está ahí, velando por mis sueños y acunándome aún cuando ya la melodía deja de sonar y el silencio nos lleva al subconsciente para pasarnos factura por todo aquello que supuestamente hemos hecho mal.
Mi obligación, ahora que estoy en plena madurez, es la de ser feliz.
Me siento bien a pesar de haber roto con tantos años, dejar atrás la costumbre, solo ser esa, la que cuida, la que ordena, la que sabe donde está la cosa más insignificante que todos buscan.
La que de noche no duerme, no descansa. La que no tiene dulces sueños, son todos para los demás.
Ya no quiero ser "esa".
Ahora me permito elegir mis sueños, recrearme en ellos y dejarme llevar a sitios inimaginables.
Juego y puedo perder, no importa, tiro de nuevo y... de puente a puente que me lleva la corriente.
No llores, no, ya no. Caí en un pozo y estuve mucho tiempo pudriéndome. Perdí la partida, solo temporal, eh? Porque el juego tiene esto, siempre puedes tirar de nuevo.
Señores, de ahora en adelante hay un nuevo oscar: El juego de la oca... y tiro porque me toca.
...Sonríe porque sucedió.

No hay comentarios: