jueves, 20 de marzo de 2008

"Yo confieso"

Ante la imagen que se refleja en el espejo de mi habitación, ante esa réplica exacta de lo que supuestamente soy. Me miro, me veo y no creo que ese rostro sea el mio.
Se que esta sensación no es solo mía, eso me tranquiliza. Nos ocurre que solemos pasar inadvertidos ante nosotros mismos, quizás por miedo, para ocultarnos del paso del tiempo, torear lo deprimente que resulta el ver cómo los años si cuentan y no solo por las experiencias que vamos adquiriendo sino también por lo que vamos dejando en el camino.
Yo confieso humildemente ser una mujer vulnerable, carecer de una postura firme y bambolearme según soplen los vientos.
Confieso poseer un corazón enorme que bombea con fuerza, que siente y sufre las injusticias.
Mi espejo dice mucho de mí. El cristal no me impide llegar al interior, haz un esfuerzo, unos segundos bastan para traspasar esa barrera y mírate bien.
Deja a un lado las arruguitas y a esas canitas que empiezan a brotar y se instalan con firmeza en tu cabello. Ignóralas y ve más allá.
Confieso hacer uso mayoritario de la expresión "debería hacer..."
El debería en lugar de actuar o tomar las riendas.
El culpabilizar a alguien de un error que es todo tuyo.
Si, hoy Jueves Santo, yo confieso ante mí el no estar preparada para salir a escena.
Tengo humildad y por tanto reconozco haber cometido errores pero éstos me han enseñado a que si tropiezas levántate y sigue andando.
Si, hoy sentía la necesidad de mirarme a través del espejo y he llegado a la conclusión:
"Porque yo lo valgo"