Como si el tiempo no pasara por él, no envejece, al menos mirado así, desde el exterior.
Quisiera gritarle al mundo que despertara de su letargo, que diera un brinco y reaccionara.
Quisiera levantarle esa venda que cubre su redondez, sacarle de sus aguas mansas y darle un parón a sus vueltas.
Quisiera detener el mundo, anclarlo en estos mares revueltos y de rodillas le pediría:
-Sal de tí y contempla la maraña que llevas en tus entrañas.
Pero, aunque el mundo esté desordenado incapaz de encontrar el final porque desconoce su principio, aunque todos creamos comernos el mundo deseosos de encontrar la gran oportunidad que nos saque del agujero y aunque nos parezca que dominamos el presente...todo es pura ilusión.
Tengo tengo...tú no tienes nada.
El mundo gira y gira y nosotros somos tan insignificantes, somos una peca dentro de su magnitud.
No está desordenado. El se agita y estremece, nos manda mensajes pero la sordera es un virus muy extendido y hacemos como si no fuera con nosotros. La venda la llevamos puesta sobre nuestros ojos y aunque parezca contradictorio, a más información más ignorantes somos.
Escuchad, no soy una pesimista, no, sonrio a la vida porque me parece el mayor regalo que podamos recibir.
Solo deseo transmitir mi esperanza hacia un mundo mejor (se lo merece), hemos de darle un empujoncito entre todos y animarle a que, a pesar de todo, ha de continuar girando y , bueno, que siga en su órbita.
Gira, gira y no pares jamás.
