domingo, 10 de enero de 2010

Frases hechas

Si quieres puedes!
La belleza está en el interior.
No por mucho madrugar amanece antes o, mejor ésta: "A quién madruga Dios le ayuda"
Y más y muchas más. No nos engañemos ni sigamos a "pie juntillas" todo ese recetario porque lo cierto es que por mucho que uno se empeñe en conseguir o hacer algo, lo siento pero no da para más. Te quedas con el gustillo de haberlo intentado con toda tu fuerza, solo eso.
El interior es bello por eso amueblamos nuestra casa, le damos nuestro toque personal para sentirnos a gusto pero, cuidado! no lo apliques a otros sentidos. A todos nos gusta parecer atractivos y nos hace sentir bien ante los demás dar una buena imagen.
Y qué decir de madrugar. No tenemos más remedio que hacerlo por cuestión laboral, ahí Dios ni pincha ni corta, pero si te levantas temprano por gusto comprobarás que amanece a la misma hora y lo que consigues es agotarte antes de tiempo. Conclusión: El interior de cada uno solo lo conoce él mismo y solo él sabrá lo que puede hacer y con la energia con la que cuenta.
Me gustan las frases hechas, me gustan los refranes porque nos hacen reflexionar pero no lo considero ninguna doctrina para seguirla en mi ir por la vida.
Pero sí quiero aplicarme ésta:
"A vivir que son dos dias".

3 comentarios:

Teresa dijo...

A mí también me gustan las frases hechas y sobre todo el refranero español, creo que encierra una gran sabduría popular, forjada a través del devenir del tiempo, ese tiempo que va demostrando la realidad, las cosas que son y no las que están, ese tiempo que pone las cosas en su sitio (otra frase hecha).
Quizás esta frase de "el tiempo pone las cosas en su sitio", es de las más certeras. Pero tarda tanto en pasar, en ponerlas... que un@ se desespera. Otras veces, lo hace de manera brusca y nos coge desprevenidos, sintiendo que ese sitio en donde ha puesto las cosas no es el nuestro, no es el que esperábamos, o no es el momento para ponerlas ahí.
Una amiga me dijo hace poco una frase, no sé si hecha o no, que creo contiene también una gran verdad: para construir a veces hay que destruir. Y así es. Cuando se construye la vida de joven -bueno de más joven, a los 20 (por poner una edad arquetípica de la juventud)- un@ tiene el solar vacío y puede poner las piedras donde quiera porque nada afecta de manera irremediable, además si te equivocas de lugar las cambias y no pasa nada, parece que siempre puedas volver a atrás. Pero cuando un@ se plantea construir su vida en la madurez -volvamos a poner una edad orientativa, los 40 o 50 incluso- el solar ya no está vacío, hay muchas construcciones: unas grandes y sólidas (o eso creemos), otras pequeñas pero importantes, otras que parece que no se ven pero están ahí... y un@ siente que tiene la necesidad de hacer una nueva construcción, que ya no puede pasar sin hacer "reformas". Llega el momento por tanto de hacer hueco a base de destruir, con el agravante de que, una vez que destruyas (con el sufrimiento que conlleve), ya no hay vuelta atrás. Y habrá que esperar de nuevo a que el tiempo ponga las cosas en su sitio y nos diga si hicimos bien o nos equivocamos. Si hemos mejorado el solar de nuestra vida o no.

alejandro pastor dijo...

Intento no usar las frases hechas... me viene porque de pequeño siempre las odié; eran el único argumento de muchos mayores para zanjar discusiones que, seguramente, no les apetecía continuar, o bien no sabian...como lo de: "Cuando seas mayor lo entenderás"; ó: "cuando seas padre comerás huevos",etc...

No, no me gustan, están muy manidas y valoro mucho a quien no intenta usarlas...pero como ya te digo es "deformación profesional".

un besote.

mentapoleo-escenarios dijo...

"Lo mas incomprensible del mundo es que sea comprensible"
Albert Einstein
Esta frase es muy buena