domingo, 18 de diciembre de 2011

Sinfonia de emociones

Cuánto hacía que no escribía!
Y es que el tiempo se esfuma, así, sin más. Dicen que el tabaco perjudica la salud, y el paso del tiempo, no perjudica también?
Bromas aparte, no es que busque justificación a mi ausentismo ni que haga culpable al "tiempo". No, para nada, el tiempo solo sigue su curso y nosotros lo empleamos como buenamente nos dejen hacer.
Somos marionetas y los hilos invisibles nos empujan arriba, abajo, derecha o izquierda?
Nos derrumban, sienten lástima y vuelven a tirar para que continuemos al son que nos marcan.
Vamos criatura un pasito "palante", eh, cuidado por ahí no! Vuelta a caer. Otro hilo conciliador, buena gente te da otra oportunidad y tira hacia arriba con energia, no decaigas, dale de nuevo y continúa, continúa...
Seguimos con la rueda, gira gira... y me entristezco. Mi pobre corazón reacciona, manda la señal a mi cerebro y éste la transmite a mis manos que se alzan queriendo abarcar todo el espacio. Pero es tan inmenso que no puedo, quisiera tener alas y volar.
A veces siento que me falta el aire. Que me pierdo tanto del universo, que necesitaria más tiempo para poder gozar de la vida.
Es la angustia vital, ya me hablaron de ella, ya la siento.
Y a pesar de todo me siento feliz, es solo algo de nostalgia, nada importante.
Y a pesar de todo no quiero que nada cambie, me gustan las cosas como están, nada en su sitio.
Mi trayectoria no es para nada lineal, más bien cursiva. Me encanta sus vaivenes, su ondulación asimétrica y el ritmo frenético, otras veces pausado casi agonizante.
Me recuerda el mar.

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